sábado, 17 de noviembre de 2007

Que nos rescate Sarkocy, por favor

Durante el acto de conmemoración en Asturias del 50º aniversario de la creación de la FERE, el P. Manuel de Castro, Secretario General de dicha organización, declaraba lo siguiente: «Objetar a Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos no tiene ningún sentido». Los religiosos de la enseñanza tratan de condescender con el gobierno socialista para mantener el actual statu quo de los conciertos educativos. Pero eso me temo que sólo va a servir para prolongar la agonía.

También Neville Chamberlain, primer ministro británico en 1937, trató de contemporizar con Hitler y llegó con él a los vergonzosos acuerdos de la Conferencia de Munich de 1938. "Os han dado a elegir entre la indignidad y la guerra; habéis elegido la indignidad, pero tendréis también la guerra". Son las palabras de Winston Churchill tras los acuerdos de Munich, que a la postre resultarían proféticas.

Si los socialistas ganan las elecciones de marzo, ¿qué se apuestan a que lo primero que hacen es denunciar el Concordato con la Santa Sede? Ya lo han dejado caer en plan globo sonda… Lo que no sé es si lo harán antes o después de legalizar la eutanasia. Más aún: ¿qué nos jugamos a que en cuanto puedan romper los acuerdos con el Vaticano suprimen las subvenciones a las escuelas católicas y eliminan definitivamente la asignatura de religión? Menudo disgusto que se llevarían entonces los religiosos de FERE, con lo dialogantes, progres y majos que son ellos.

Pero lo cierto es que está en marcha un plan para arrinconar a la Iglesia hasta echarla de la vida pública española. Ya estamos presenciando el intento de silenciar a la COPE. Los demócratas asistimos hoy – entre atónitos y escandalizados – a una campaña mezquina, vergonzosa y repugnante de acoso y derribo a esta cadena de emisoras y a los periodistas Jiménez Losantos y César Vidal que supone un atentado intolerable contra la libertad de expresión. A esta cadena de radio van a tratar de cerrarla al estilo de Hugo Chávez con Radio Caracas Televisión, simplemente porque sus comunicadores resultan molestos para quienes mandan. Esto cada vez se parece más a Venezuela.

La persecución a los católicos en España no ha hecho más que empezar. Pero lo que peligra en nuestro país no es sólo el futuro de la Iglesia. Lo que nos estamos jugando en España, una vez más, es la libertad y la democracia.

A ver si viene Sarkozy y nos rescata.

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